Patricia Ossenbach Kröschel
Una vez que tengas claro que tu vida la diriges tú, entonces es hora de tomar consciencia de los hábitos que te benefician o dañan.
El primer paso es crear consciencia:
- ¿qué quiero cambiar, mejorar, eliminar en mi vida?
- ¿a qué hora me acuesto, y me levanto?
- ¿cuáles son mis hábitos alimenticios?
- ¿mi alimentación me da la energía que requiero o me genera letargo e inflamación?
- ¿tengo metas de leer libros?
- ¿cuánto tiempo veo tv, o paso con juegos electrónicos?
- ¿qué excusas utilizo para no lograrlo?
- ¿tengo algún problema de salud?
Descripción: “Un hábito (bueno o malo) se forma por la repetición constante sobre el tiempo. Si una acción es persistente en tu rutina, es muy probable que termine por grabarse en el “disco duro” de tu cerebro en forma de un hábito. Poco a poco sin darnos cuenta lo que hacíamos algunas veces se vuelve cada vez más frecuente.”
Tienes que provocar que las cosas sucedan… y crear los hábitos necesarios para lograrlo.
Provocar que las cosas sucedan
- Si quieres levantarte temprano para ir a correr antes de ir al trabajo, entonces tienes que acostarte temprano.
- Si quieres sacar una maestría, tienes que asegurarte de tener la disciplina y cambiar las horas de ver tv por horas de lectura.
- Si quieres mejorar tu alimentación, primero tienes que entender lo que es comer sano y luego llenar tu despensa con comida sana y buscar recetas que te emocionen.
- Si quieres hijos con buenos hábitos, entonces todos los días tienes que tener la paciencia de repetir las cosas mil veces (aunque esto sea aburrido).
- Cada vez que quieras dar una excusa, haz consciencia de que tú eres responsable de tu vida.
De esta forma estarás provocando cosas buenas en tu vida. Las cosas buenas no simplemente suceden: ¡Tú las provocas!